Maximiliano Massone y Agustina Curcio
Desde la Empresa Farmerin desarrollaron un sensor de ITH que activa automáticamente ventiladores y/o aspersores, según temperatura y humedad relativa medidas en el corral de espera.

Bienestar animal en el corral de espera
La vaca idealmente debe mantener su temperatura corporal en 38,6 ± 1,2°C para que el conjunto de funciones fisiológicas y metabólicas se desarrollen en forma óptima. Las altas temperaturas le ocasionan al animal lo que conocemos como estrés calórico, y comienzan a desencadenarse una serie de cuestiones: disminución del consumo de alimento, disminución de movilidad, aumento de la frecuencia respiratoria, aumento en la necesidad de consumo de agua, disminución en la producción, etc. Un aspecto fundamental para atenuar estos efectos en nuestro rodeo es implementar sistemas de ventilación/aspersión en el corral de espera.
Estos sistemas de ventilación/aspersión permiten enfriar al animal mediante la evaporación de la humedad del cuerpo a causa del movimiento del aire generado por los ventiladores. En los tambos tradicionales, estos periféricos (ventiladores y aspersores) son accionados manualmente por el tambero. Desde Farmerin desarrollaron una alternativa para que ésta acción se pueda llevar a cabo de manera automática.
Sensores ITH de Farmerin
El sistema consta de un sensor que se coloca en el corral de espera y mide 2 parámetros: temperatura y humedad relativa. Con ésta medición realiza un cálculo para obtener el índice de ITH (índice de temperatura y humedad) que se encuentra tabulado por el INTA y en función del valor calculado, el mismo sistema “toma la decisión” de qué periféricos debe accionar. Se activan automáticamente los ventiladores y/o aspersores según corresponda de acuerdo a ese índice. Esto permite independizar al tambero de activar manualmente los periféricos a través de la perilla.

Índice de temperatura y humedad – ITH
La figura 1 muestra la tabla de ITH de INTA donde se relacionan los valores de temperatura y humedad. Proponen un ideal de ITH menor a 68 donde el animal no sufre de estrés. Con valores superiores a 72, ya se observa un aumento importante de la temperatura corporal generando condiciones de estrés, pérdida de producción y problemas reproductivos, entre otras consecuencias.
